
¿El éxito es una construcción social? ¿todavía es posible vivir de forma autentica y apasionado con lo que hago?
Son preguntas que varían su respuesta dependiendo a quien nos refiramos, pero sin dudas necesitamos una sola herramienta para distinguir entre las metas que nos inyectaron en el cerebro y las que de verdad nos pertenecen.