
Hay amores que no explotan, sino que se construyen.
Historias que se encienden despacio, con gestos mínimos y silencios que dicen más que las palabras.
En este episodio, hablo sobre el poder del slow burn: ese tipo de romance que se cocina lento, que te hace sentir todo, y que nos recuerda que lo que tarda… suele ser lo que más vale la pena.