
En este episodio cerramos la temporada con una conversación que honra la presencia silenciosa, la constancia y el amor que sostienen un hogar cuando la vida cambia los planes. César Gómez nos acompaña para hablar, con profunda humildad, de lo que significa ser padre de dos jóvenes mujeres y, al mismo tiempo, convertirse en el centro emocional de su casa.
No es una historia de heroicidades ni de sacrificios exagerados, sino la de un hombre que eligió estar: acompañar, sostener, aprender, equivocarse y seguir. Una paternidad vivida desde el amor posible, desde lo que sí hay, desde lo que permanece incluso en los momentos más desafiantes.
César comparte cómo la vida lo ha llevado a recoger los pedacitos, reorganizar los días, y encontrar en lo cotidiano —las rutinas, los silencios, los gestos pequeños— la forma más profunda de amar. Su mirada nos recuerda que a veces la verdadera fortaleza no es gritar, sino sostener en silencio; no es tener todas las respuestas, sino ser refugio.