
Parece no ser falsa la posibilidad de no lograr sobrevivir como especie.
El eminente astrónomo Carl Sagan advertía con preocupación la arrogancia e insensibilidad humana respecto a la vida del planeta.
El hiper consumismo aunado con la tiranía de las leyes del mercado y las megaindustrias evidencian a un humano intoxicado de su presunta grandeza.
¿Pudiera ser sensato preguntarnos si sobreviviremos a nuestra sobrevalorada inteligencia y exacerbada intolerancia del prójimo?