
Todos conocemos la sensación: tenés una entrevista importante en diez minutos y los nervios te están matando. O una presentación donde necesitás proyectar seguridad pero te sentís cualquier cosa menos seguro.
La respuesta intuitiva es "calmate", "pensá positivo", "respirá hondo". Todo mental. Pero resulta que hay una solución más directa y sorprendente: cambiar tu postura física.
Amy Cuddy, profesora de Harvard, descubrió algo fascinante: mantener una "postura de poder" durante solo dos minutos genera cambios químicos en tu cerebro. Aumenta tu testosterona (hormona de la confianza) y baja tu cortisol (hormona del estrés). No es magia. Es bioquímica.
Este episodio explora la investigación de Cuddy y abre una pregunta más profunda: ¿qué significa que tu postura pueda cambiar tu mente? ¿Qué dice esto sobre lo que somos como seres humanos? Y al final, una pregunta que te va a quedar dando vueltas....