
Eran casi las 11 de la noche, con chela y palomitas en mano nos fuimos a un lugar muy tenebroso a platicar sobre el cerro Xicuco y sus leyendas, la supuesta entrada al infierno que afirman encontrarse ahí,las brujas no faltaron, hablamos de un supuesto nahual en Atotonilco así como de cierto danzante o guerrero azteca que camina en las noche por Teotihuacán. Rematamos el primer taco de miedo con experiencias paranormales propias.