
¿Qué pasa cuando la agroecología se convierte en una forma de contar el territorio, la identidad y los vínculos que nos sostienen?
En este episodio de Chefas, viajamos a Jujuy para revisitar el IV Congreso Argentino de Agroecología, un encuentro que unió ciencia, tradición y comunidad para pensar nuevas maneras de producir y alimentarnos. En un territorio donde la agricultura y la cocina están atravesadas por cosmovisiones ancestrales, el congreso mostró que la agroecología es también cultura, espiritualidad y proyecto de futuro.
Entre las voces más potentes estuvieron Magui Choque Vilca, referente de la cocina andina, y Claudia Bachur, ingeniera agrónoma especializada en identidad alimentaria. Ambas pusieron en diálogo territorio, producción y cocina, revelando tensiones y oportunidades. “La cocina y lo que se produce parece que tienen el WhatsApp roto”, dice Magui, invitando a repensar ese vínculo.
Durante tres días, talleres y mesas abordaron semillas, políticas públicas, salud del suelo, educación y gobernanza. La participación de estudiantes, productoras, comunidades indígenas y organizaciones territoriales reafirmó que la agroecología es un proceso colectivo y político, una herramienta para fortalecer los bienes comunes y construir bienestar.
La cocina también tuvo su lugar central. Ante una formación gastronómica aún centrada en técnicas europeas, la Tecnicatura en Cocinas Regionales y Cultura creada en Jujuy recupera saberes, productos y modos de hacer propios del territorio, celebrando una identidad culinaria que transforma.
Desde los Andes hacia el país, el IV CAAE mostró que producir alimentos es un acto profundamente humano.
En esta charla, hablamos de territorio, de comunidad y de cómo la agroecología puede contar una historia, tender puentes y transformar realidades.