
Las abuelas decían: "No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista" era su forma de decirnos que ante las situaciones difíciles de la vida, había que evitar caer en la impaciencia, es un llamado a aguantar, pero la vida no es para aguantarla, es para disfrutarla.
Descubre cómo vivir la vida con una perspectiva distinta.
Cada mañana René y Pily González nos guían a través de lecturas y reflexiones en un espacio llamado Tiempo con Dios, tiempos cortos pero profundos.