
En este profundo episodio de Clandestino, Ana Laura, Maruxa, Regina y Paulina analizan los vestigios emocionales del duelo que permanecen ocultos en la clandestinidad. El duelo no es algo que desaparezca; se adhiere a nuestra vida como una sombra, recordándonos a quienes ya no están y, de alguna manera, honrando su memoria.
A través de un relato sincero, las cuatro mujeres comparten cómo el caos emocional que han vivido se ha convertido en una bendición escondida, explorando la frase: "Si mi yo de hoy, le hubiera dicho a mi yo de antes". Este episodio nos lleva a reflexionar sobre cómo cada duelo tiene su propia huella digital y cómo muchas veces es más fácil desconectarse de las emociones para evitar el dolor.
Una crónica de una muerte anunciada, donde la sombra del duelo se convierte en parte de quienes lo viven y deja marcas que no se pueden borra