
Hoy estamos bombardeados de ofertas mágicas para logar una vida plena, sin embargo todo es nada si miramos la vida como víctimas, responsabilizando a los otros por las tragedias vividas.
Todo es nada sin la responsabilidad de la propia vida.
Caminemos juntos para darnos cuenta y sanar heridas que hablan a través de nuestros actos.