Sé lo que es mirarse al espejo y pensar “¿como hago para gustarle más a la gente?”, pero aprendí que no se trata de impresionar a los demás, sino de impresionarte a ti misma, de cumplir todas tus promesas, e invertir tanto en ti, que no te quede otra de apostar todo por tu bienestar, por el brillo que alguna vez dejaste apagar, aprender que nuca se trató de lo externo, que nunca se trato de “mejorar”, sino recordarte lo que siempre estuvo en ti. Porque entre tanto manifestar esto o aquello, te olvidaste de manifestarte, de manifestar a esa persona que está dispuestas a crear lo que siempre soñó, a salir del chip de la limitación y el miedo, para embarcarse en un mundo de POSIBILIDADES.