El Ghosting: Desaparecer, En Vez de Terminar una Relación
¡El Ghosting! ¿Qué onda cuando alguien se esfuma sin decir adiós? Julia está en shock. Tras casi un año, su chico ideal desaparece de la nada, dejándola con un punto de interrogación gigante. ¿Te ha pasado algo así? El ghosting, esa experiencia confusa y dolorosa, ocurre cuando alguien cercano se evapora sin explicaciones. En este rollo, vamos a desmenuzar sus rollos, causas y cómo surfearlo para volver a la buena onda emocional.
¿Qué es el ghosting? Es cuando alguien corta una relación sin decir ni mú. La onda es tener un lazo fuerte y, de repente, puff, ya no hay respuesta ni señales. Según la psicóloga Desirée Llamas, debe haber una conexión fuerte y la persona desaparece sin motivo para que sea ghosting. Pero, ¡ojo!, no confundas: si no hay intención de una relación o no hay intimidad, no cuenta como ghosting. Ah, y si el otro te puso límites, tampoco es ghosting.
Tipos de ghosting: Ahí vienen las formas en las que te pueden hacer el fade out. Hay el ghosting progresivo, onda que te responde menos y menos hasta desaparecer. El clásico, el más conocido: de repente, no hay respuesta en ninguna red social. El manipulativo es más fregón, viene después de un pleito y te deja colgado con el problema. Y luego está el radical, te bloquea de todo y no hay vuelta atrás. Feo, ¿no?
Convertirse en fantasma es común: ¡Que rollo, pero sí! En una encuesta, un 10% de los gringos terminó así una relación. También pasa en las amistades, no solo en el amor. En España, dos de cada diez han vivido o hecho ghosting. Esto urge a ser más empáticos y respetuosos en nuestras conexiones.
¿Por qué la gente se vuelve fantasma? Un estudio dice que a veces les falta habilidad para cortar bien o temen enfrentar emociones fuertes. Otros por seguridad, escapan de relaciones chungas. Y con las redes, terminar cosas se pone más intenso y complicado.
Perfil del ghoster: Hay quienes consideran aceptable el ghosting y suelen tener rasgos como maquiavelismo o psicopatía. También hay un rollo con la creencia en el destino. Según estudios, quienes creen en el destino tienen más probabilidades de ver el ghosting como okay para cortar relaciones largas.
Las consecuencias son fuertes: A corto plazo, la autoestima se va de fiesta y las dudas se multiplican. A largo plazo, el rechazo se lleva de arrastre a otras relaciones. Los que desaparecen tienden a sentirse culpables, mientras que los afectados caen en la tristeza y el dolor.
¿Cómo superarlo? Si te sientes desmotivado o afecta tu día a día, ¡busca ayuda psicológica! Y onda, acepta tus feelings, evita acosar al otro y no te culpes. Hacer cosas para cuidarte y buscar apoyo en tus camaradas también es clave. Además, ¡abre la puerta a nuevas conexiones!
El ghosting es un viaje complicado: Aunque es duro, no eres responsable de lo que hizo el otro. Es fundamental darte tiempo para procesar todo esto. Y si necesitas refuerzos, ¡la ayuda profesional es tu mejor compa!
Finalmente, recordemos que todos merecemos relaciones sanas. El ghosting deja secuelas, pero no define quiénes somos. Con apoyo y amor propio, podemos surfear esta ola y llegar a la playa con una sonrisa. ¿Te han ghosteado? ¿Cómo lo superaste? ¡Cuéntame!
Recuerda, cada experiencia es única. Si te han hecho ghosting, no eres el único. ¡Habla sobre eso! Compartir tus vivencias puede aliviar el peso y ayudar a otros a entender que no están solos en esto.
También, es normal que te cueste abrirte de nuevo después de una experiencia así. Date tu tiempo, no hay prisa. La confianza se construye poco a poco, así que ábrete a nuevas personas cuando sientas que es el momento adecuado para ti.
Finalmente, recuerda que mereces respeto y cuidado en tus relaciones. No te conformes con menos y busca conexiones que te sumen, no que te resten. ¡Tú vales mucho!