
Todos los seres humanos, desde pequeñitos hasta ancianos, funcionamos en base a deseos. Muchos son deseos naturales, parte de nuestro diseño original como criaturas a la imagen de Dios. Pero el pecado ha causado que nuestros deseos nos lleven hacia la destrucción, engañándonos y desviándonos. ¿Cómo podemos los padres vivir con los deseos bajo el control de Dios, y guiar a nuestros hijos en este proceso? ¡No te pierdas esta conversación con Wendy!