Papás, se habían preguntado ustedes si su bebé hace pipí y popó mientras está en el vientre de su madre?... Digo, si se alimenta, entonces también debería des-alimentarse, no?
Pues les cuento que a medida que los bebés se desarrollan en el útero, comienzan a adoptar algunas de las funciones que realizarán después del nacimiento, como orinar. A las 13 semanas de embarazo, u 11 semanas después de la concepción, el bebé comienza a producir orina y a liberarla en el saco amniótico, lo que genera líquido amniótico. Sí, así es. El bebé traga líquido amniótico, lo libera en el saco amniótico al orinar y se produce más líquido amniótico.
Ahora referente a la popó. La mayoría de los bebés no defecan hasta después de nacer, por lo que es probable que no tengas que preocuparte por la exposición a la popó del bebé hasta después de su llegada. Sin embargo, a veces los bebés defecan en el útero. Sueltan una sustancia llamada meconio, que pasa al líquido amniótico. Si un bebé ingiere meconio al momento del parto, puede tener consecuencias para la salud.
El meconio es el término médico para las heces fecales o las evacuaciones intestinales. Consiste en materiales que el feto ha ingerido, como líquido amniótico, células intestinales, moco, bilis, agua y lanugo. Lanugo es el pelo muy fino que cubre al feto durante las primeras etapas de desarrollo. El meconio también incluye otros productos de desecho, como medicamentos y sus metabolitos. El análisis de meconio puede revelar si un feto ha estado expuesto a drogas durante el segundo y tercer trimestre.
En cuanto a su consistencia, el meconio es una sustancia viscosa y espesa de color oscuro, negro verdoso. Dicen que la primera evacuación de su bebé no tiene mal olor. Eso se debe a que el material de color negro, de aspecto alquitranado, llamado meconio, es estéril. Una vez los intestinos no hayan sido colonizados por bacterias, no hay nada que haga que el popó huela mal. Sin embargo, no haga alarde de que el popó de su bebé no huele mal puesto que, la colonización bacteriana inicia con la primera alimentación.
Un feto comienza a formar meconio alrededor de la semana 12 de gestación, pero generalmente no lo expulsa hasta después del nacimiento.