
El enemigo odia la unidad familiar, porque sabe que cuando Dios es el centro de nuestro hogar, vivimos en verdadera abundancia. En este episodio descubrirás cómo levantar muros de oración, discernir las trampas espirituales que buscan dividir tu familia y establecer una atmósfera donde reine la presencia de Dios.
Permite que el Espíritu Santo te guíe para ser guardiana, intercesora y portadora de paz dentro de tu casa. Tu hogar puede ser una morada de bendición, si Cristo es su fundamento.