
Nací en una familia disfuncional, ya que mis padres se separaron cuando mi madre tenía tres meses de embarazo de mí, creciendo yo con rencor hacia mi padre; hasta que a mis 25 años de edad lo perdoné en una oración de sanación que hicieron en un retiro en el que entré. Conociendo yo a mi papá hace 18 años.Desde que cursaba primer año de primaria tenía ya claro lo que deseaba estudiar: “Quería ser maestro de primaria”. Cuanto terminé la secundaria estaba listo para irme a estudiar a la normal superior (no se cursaba la prepa en ese tiempo), pero resultó que mi mamá quiso que estudiara contabilidad; que de momento lo escuché como una locura porque se me dificultaban las matemáticas. Finalmente estudié contabilidad, de la cual trabajé muchos años de mi vida, hasta que decidí entrar al seminario, y ya dentro de esté a los años nos hicieron los exámenes psicométricos y de personalidad. En la entrevista personal con la psicóloga, la primera pregunta que me hizo fue “por qué estudiaste contabilidad, respondiendo yo “porque eso quiso estudiara mi mamá”.La psicóloga me comentó que mi área era la de humanidades, yo en ese momento estaba estudiando la filosofía como parte del estudio de seminarista. Ella me dijo que esa carrera era compatible de acuerdo a las características de mi inteligencia.Cuando salí del seminario a los años quise estudiar la teología, pues me había quedado con la inquietud de cursarla, ya que me llamaba la atención crecer más en mi fe. Logro encontrar una licenciatura en teología en línea, comenzando a estudiarla en pocos meses. Cuando cursaba el quinto semestre muere mi vecino, con quien desde niños nos quisimos como hermanos, teniendo él previo a su muerte un cáncer linfático de cinco meses, en el que yo estuve junto con su familia en todo lo que implicó su proceso de enfermedad.En el mes de enero del 2017 que él muere yo tenía ya que escribir mi tesis, la cual pensé escribirla sobre la conversión, porque me estaban ayudando mis estudios a tener un cambio de vida. Las opciones del desarrollo de la tesis fueron algunas, pero yo nos las veía como alternativa; hasta que pregunté a la asesora si podía escribir sobre la enfermedad.Finalmente, mi tesis la titulo “La Etapa Final de la Enfermedad como Camino de Conversión”. Sin saberlo, el Creador del universo me estaba encaminando a lo que más adelante estudié y en lo que hoy me desarrollo profesionalmente. En noviembre del 2017 muere mi hermano en un accidente, lo cual me llevó a tener que buscar ayuda para mi madre, conociendo de esta manera la tanatología; gracias a una tanatóloga a la que lleve a mi madre.A los pocos años comencé a estudiar la tanatología, porque me llamó la atención poder estudiarla para ayudar a las personas que vivieran un duelo.En la actualidad, soy tanatólogo y licenciado en teología, pudiéndome desarrollar dando terapias de tanatología a las personas, compartiendo conferencias de tanatología y crecimiento humano; como también predicaciones en retiros en la iglesia católica. Hoy sé que aparte de mi realización como persona, estoy realizando la misión a la que Dios me trajo a este mundo, que me fue llevando por distintos caminos; hasta llegar a este tiempo en que me siento feliz y realizado porque estoy llevando a cabo mi verdadera vocación en la vida.