
Esta expresión se entiende a dos niveles.
1. Un nivel metafísico en el cual todos somos una unidad capaz de tener experiencias subjetivas de parcialidad. Por lo tanto no hay otra cosa que “soledad” o unicidad, independientemente de la ilusión contraria.
2. Un nivel en el que el concepto de centrarnos en nuestra individualidad puede mejorar nuestra vida y nuestras relaciones.
¡No os lo perdáis!