Cuando Javier Solis cumplió un año de vida, su madre biológica Juana Levario, quién aparece en esta fotografía se presento en la casa de su hermano Valentin para encargarle temporalmente a su hijo, ya que no podía atender su puesto de aguacates en el mercado de San Cosme y al niño al mismo tiempo; cuando lo entrego a sus tíos, el niño traía una infección en los testículos debido a que su madre no le cambiaba lo suficiente el pañal, sin embargo la madre jamás regreso y fueron sus tios quienes le dieron el amor que padre y madre pueden ofrecer, y aquí se concluye que no es madre ni padre quien engendra si no quien cría.