
Cualquier ser humano puede ser perfectamente imperfecto. Dentro de todos nosotros existe la voluntad de mejorar, la necesidad de ser más felices o la imagen utópica de nuestro mundo perfecto. Solo de nosotros depende, no tanto construir algo perfecto, como sí algo mejor.
Qué bonito suena eso de empezar a perseguir nuevas metas, luchar contra la rutina y salir del area de confort. El detalle está en cuando empezar. Y es porque le tengo un miedo enorme a ese punto donde digo ¡ya esta bueno!. Es hora de cambiar lo que no me gusta. Tengo meses sin observarme de verdad a un espejo, siempre ando con el piloto automático a la hora de vestirme, me alimento sin prestar mayor atención a lo que como, porque me gusta comer por placer más que por hambre. El cansancio de la rutina diaria me distrae de lo que es bueno para mí y así se pasan los días sin prestar atención a lo que le hago a mi cuerpo.
Por ello hice el mapa que seguiré en las próximas tres meses. Y los ingredientes son:
Aquí la historia de cómo lograré la perfección en mi mundo imperfecto. ¿Te animas a acompañarme?