
La abundante liquidez atesorada por muchas familias y empresas ha sido un factor crucial en la resiliencia de la actividad económica y el excelente comportamiento de las bolsas mundiales. Los bancos centrales están logrando reducir sus balances sin apenas afectar a la disponibilidad de crédito ni a los mercados. No hay indicios por el momento de que estas dinámicas favorables se vayan a girar, lo que contribuirá a prolongar el ciclo.