
En el octavo capítulo de "El Vigía Silencioso", titulado "El Secreto de la Finca", Juan y Juliana recurren a la ayuda de Jairo y Tita, los padres de Juan, para desentrañar los misterios que rodean a San Felipe. A pesar de su avanzada edad, Jairo llega con una mente afilada y un conocimiento profundo de la historia de la finca, mientras que Tita aporta su valentía y amor inquebrantable por la familia.
A medida que se revelan más secretos, la familia descubre que su conexión con la finca va más allá de simples recuerdos. San Felipe guarda un legado oculto, un vínculo con el pasado que no pueden ignorar. Con la presencia del abuelo Samuel protegiéndolos desde las sombras, comienzan a darse cuenta de que la finca tiene su propio destino, y que ellos juegan un papel clave en lo que está por venir.