
El SEO ha muerto… otra vez.
O al menos eso creíamos, hasta que descubrimos quién era el verdadero cadáver: el GEO.
En este episodio de El Placer del SEO, te cuento la historia real de Benjamin Houy y su herramienta Lorelight, creada para medir la visibilidad de las marcas en motores de IA como ChatGPT y Perplexity. Funcionaba. Tenía usuarios. Pero Houy la cerró. ¿Por qué? Porque descubrió algo que nadie en la industria quería admitir: el GEO no existe.
Entre sesgos cognitivos, hype tecnológico y un poco de sentido común, analizamos por qué la optimización para IA no es una nueva disciplina, sino un espejo que refleja lo que siempre ha hecho funcionar al SEO: contenido útil, autoridad y coherencia.
El GEO ha muerto.
Y tal vez, en ese silencio, el SEO acaba de renacer.