
En la ciudad que nunca espera, donde cada semáforo parece un juicio y cada esquina una prueba, aparece El Carro de Triunfo: el arquetipo del impulso que no pide permiso. Este capítulo te lleva a recorrer el momento exacto en que dejamos de huir y empezamos a avanzar. Es la historia de quien toma las riendas de su propio caos, convierte la incertidumbre en dirección y encuentra, en medio del asfalto caliente, la fuerza para dominar sus sombras sin perder el alma. En este viaje, el triunfo no es llegar primero, sino finalmente saber hacia dónde ir.