
En lo profundo de Harrisville, Rhode Island, se alza una antigua granja colonial del siglo XVIII conocida como Old Arnold Estate. Tras sus muros de madera se esconde una historia marcada por tragedias y oscuros rumores.
En 1971, la familia Perron —Roger, Carolyn y sus cinco hijas— se mudó allí buscando una vida tranquila en el campo. Lo que encontraron fue muy distinto: ruidos inexplicables, objetos que se movían solos y la constante presencia de algo siniestro, ligado a la figura de Bathsheba Sherman, una mujer acusada de brujería en el siglo XIX.
Aquellos sucesos inspiraron años después la película The Conjuring, dirigida por James Wan, que llevó a la gran pantalla uno de los casos más perturbadores investigados por Ed y Lorraine Warren.