Hoy quiero dejarte un ejemplo muy claro acerca de cómo meditar transforma esa vocecita crítica y reprograma el hábito de hacer juicios, quejarnos, etc… sin esfuerzo alguno, de forma paulatina y natural.

Meditar, para mi, ha sido como ése famoso cuento de navidad en el que a este señor mayor: Evenizer Scrooge se le aparecen tres fantasmas. El de las navidades pasadas, el de las navidades presentes y el de las navidades futuras. En el cuento, estos tres fantasmas no hablan con Evenizer mientras están con él. Solo le muestran hechos concretos y lo ponen a observar, de frente, sin evasión.

¿Será eso posible?