
En este mes de mayo, mes de María, contemplamos con Ella el momento en que la Iglesia nace: Pentecostés.
María estaba allí. Presente. En silencio, en oración, sosteniendo la unidad de los apóstoles con su fe firme y su corazón abierto. Ella nos enseña a esperar, a confiar, a permanecer.
En este nuevo episodio, reflexionamos sobre Pentecostés y el poder del Espíritu Santo, que transforma, renueva y envía.
De la mano del Padre Luis, descubriremos cómo María sigue estando presente, en medio de nuestras luchas y búsquedas, mostrándonos el camino hacia la unidad, la humildad y el fuego del amor de Dios.