
Hemos explorado cómo nuestras experiencias de vida no son aleatorias, sino parte de un diseño más amplio que nos impulsa al crecimiento. Dentro de este diseño, nuestra familia juega un papel fundamental, ya que es el escenario donde se presentan los primeros retos, aquellos que nos llevan a desarrollar nuestras características innatas y descubrir nuestra verdadera esencia.