
En la Códoba califal, cuando la sabiduría era una forma de fe, hubo quiernes quisieron medir el universo.
Entre el resplandor de los palacios y el silencio de los talleres, los sabios andalusíes trazaron sobre el metal el mapa del cielo.
Así nació el astrolabio: una esfera precisa, una poesía de bronce que permitía sostener el cosmos con la palma de la mano.
Este episodio nos adentra en el corazón cientíifico de Al-Ándaluz, en los talleres donde matemáticos, astrónomos y artesanos fundieron ciencia y arte.
Descubrimos las manos que grabaron las estrellas, los nombres que midieron el tiempo y el lugar donde el saber antiguo, de Grecia, de Alejandría, de Bagdad, renació en la península ibérica.
De Abbas Ibn Firnsa a Azarquiel, de Córdoba a Toledo, el astrolabio fue mucho más que un instrumento: fue un puente entre civilizaciones, una llave para leer el cielo y una herencia que, siglos después, alumbró la ciencia europea.
Porque la historia también se escribe con los ojos que miran hacia arriba. Y en cada disco de metal grabado en Al-Ándalus, aún brilla una lección: el conocimiento, como las estrellas, nunca se apaga.
Música utilizada: Obra: En este Lugar
Música de https://www.fiftysounds.com/es/