
Creo que somos el reflejo de Dios pero también creo que nos reflejamos unas a otras y que lo que nos hemos estado contando toda nuestra vida o lo que sea que hayamos creído a cerca de nosotras, nos ha traído hasta este momento. Realmente quiero que este sea un espacio, para sanar y para aprender cosas nuevas. Desaprender creencias equivocadas a cerca de nosotras mismas, para entendernos y amarnos mejor.
Esta vez podemos ser espejos, a imagen de Él.