Evangelio y comentario del viernes XXII del Tiempo Ordinario
https://opusdei.org/es-es/gospel/evangelio-viernes-vigesimosegundo-ordinario
Pero ellos le dijeron:
—¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones, y lo mismo los de los fariseos y, en cambio, los tuyos comen y beben?
Jesús les respondió:
—¿Acaso podéis hacer ayunar a los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Ya vendrán los días en que les será arrebatado el esposo; entonces, en aquellos días, ayunarán.
Y les decía también una parábola:
—Nadie pone a un vestido viejo un remiendo cortado de un vestido nuevo, porque entonces, además de romper el nuevo, el remiendo del vestido nuevo no le iría bien al viejo. Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; porque entonces el vino nuevo reventará los odres, y se derramará, y los odres se perderán. El vino nuevo debe echarse en odres nuevos. Y ninguno acostumbrado a beber vino añejo quiere del nuevo, porque dice: «El añejo es mejor».
All content for Evangelio del día is the property of Opus Dei and is served directly from their servers
with no modification, redirects, or rehosting. The podcast is not affiliated with or endorsed by Podjoint in any way.
Evangelio y comentario del viernes XXII del Tiempo Ordinario
https://opusdei.org/es-es/gospel/evangelio-viernes-vigesimosegundo-ordinario
Pero ellos le dijeron:
—¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones, y lo mismo los de los fariseos y, en cambio, los tuyos comen y beben?
Jesús les respondió:
—¿Acaso podéis hacer ayunar a los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Ya vendrán los días en que les será arrebatado el esposo; entonces, en aquellos días, ayunarán.
Y les decía también una parábola:
—Nadie pone a un vestido viejo un remiendo cortado de un vestido nuevo, porque entonces, además de romper el nuevo, el remiendo del vestido nuevo no le iría bien al viejo. Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; porque entonces el vino nuevo reventará los odres, y se derramará, y los odres se perderán. El vino nuevo debe echarse en odres nuevos. Y ninguno acostumbrado a beber vino añejo quiere del nuevo, porque dice: «El añejo es mejor».
https://opusdei.org/es-es/gospel/evangelio-viernes-vigesimoprimero-ordinario
Evangelio (Mt 25,1-13)
Entonces el Reino de los Cielos será como diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco prudentes; pero las necias, al tomar sus lámparas, no llevaron consigo aceite; las prudentes, en cambio, junto con las lámparas llevaron aceite en sus alcuzas. Como tardaba en venir el esposo, les entró sueño a todas y se durmieron. A medianoche se oyó una voz: «¡Ya está aquí el esposo! ¡Salid a su encuentro!» Entonces se levantaron todas aquellas vírgenes y aderezaron sus lámparas. Y las necias les dijeron a las prudentes: «Dadnos aceite del vuestro porque nuestras lámparas se apagan». Pero las prudentes les respondieron: «Mejor es que vayáis a quienes lo venden y compréis, no sea que no alcance para vosotras y nosotras». Mientras fueron a comprarlo vino el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas y se cerró la puerta. Luego llegaron las otras vírgenes diciendo: «¡Señor, señor, ábrenos!» Pero él les respondió: «En verdad os digo que no os conozco». Por eso: velad, porque no sabéis el día ni la hora.
Evangelio del día
Evangelio y comentario del viernes XXII del Tiempo Ordinario
https://opusdei.org/es-es/gospel/evangelio-viernes-vigesimosegundo-ordinario
Pero ellos le dijeron:
—¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones, y lo mismo los de los fariseos y, en cambio, los tuyos comen y beben?
Jesús les respondió:
—¿Acaso podéis hacer ayunar a los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Ya vendrán los días en que les será arrebatado el esposo; entonces, en aquellos días, ayunarán.
Y les decía también una parábola:
—Nadie pone a un vestido viejo un remiendo cortado de un vestido nuevo, porque entonces, además de romper el nuevo, el remiendo del vestido nuevo no le iría bien al viejo. Tampoco echa nadie vino nuevo en odres viejos; porque entonces el vino nuevo reventará los odres, y se derramará, y los odres se perderán. El vino nuevo debe echarse en odres nuevos. Y ninguno acostumbrado a beber vino añejo quiere del nuevo, porque dice: «El añejo es mejor».