
Desde que escuché esta frase, no he dejado de reflexionar sobre ella. Al intentar aplicarla en mi vida diaria, me doy cuenta de que nuestra percepción de falta de control en nuestras vidas muchas veces se debe a factores que subestimamos. Sin embargo, al analizarlos detenidamente, descubrimos que su influencia es más profunda de lo que imaginábamos.