
La ruta de la bendición de Dios es el camino donde el corazón se alinea con Su voluntad. Empieza con la fe, se sostiene con la obediencia y se fortalece en la perseverancia. No siempre es el camino más fácil, pero es el más seguro, porque en cada paso Dios guía, corrige y provee. En esta ruta, las promesas de Dios no solo se reciben, sino que transforman la vida, llevando a experimentar Su favor, Su protección y Su propósito en cada área.