
Aquí no hay velos ni cuentos dulces.Te hablo con la voz rota, con la piel marcada por un fuego que no pedí.Este es el relato que sangra en silencios, el grito ahogado que rompe cadenas.No es solo un episodio, es un puñal clavado en la sombra, un poema de furia y cicatrices.Escucharás el eco de la oscuridad que me quiso callar, y la llama que se levantó, indomable, para prender la verdad.Porque el dolor, cuando se nombra, se convierte en fuerza. Y aquí estoy, para que esta historia sea un acto de resistencia.No es para cobardes. Es para los que buscan romper el silencio, para los que luchan, para los que quieren renacer.Por último quiero externar un gran agradecimiento a mi mejor amiga Oriana por ayudarme a abrir los ojos y nombrar lo sucedido para poder hablarlo en terapia, a mi psicóloga quien ha sido pilar fundamental de mi proceso desde 2023 pero sobre todo por impulsarme y guiarme a canalizar cada herida en arte, además amar cada pieza de dicho arte que hago. A esa personita que me quiere como soy, a los amigos que han estado ahí aceptándome sin juicio o critica, a mi red de apoyo, Ana gracias. Gracias, gracias.