Estas historias se escriben solas, empiezan con una frase y sigue todo desde ahí. A veces la historia empieza y me quedo esperando meses a ver cómo se va a mostrar. A veces se escribe solita de principio a fin.
Escucho a alguien decir algo, leo algo en facebook y se que el principio llego. Ese principio nos puede llevar en muchas direcciones, depende si lo puedo escribir en ese momento o cuando lo escribo.
Ese principio a veces solo llega con palabras a veces llega la imagen entera de lo que va a tratar.
Unas se escriben fácilmente otras batallan por nacer. Yo espero y estoy atenta a la siguiente señal. Alguien en algún aeropuerto dice algo que despierta la historia. Una conversación casual. Varios alumnos que me dicen lo mismo como: bese a mi mejor amigo y no se que va a pasar....y se que la historia me va a contar cuál es una de las posibilidades.
Veo a una madre jugando con su bebé y esa interacción me dice cuál es el siguiente paso.
Soy como un detective buscando pistas para mis historias. O las historias me van dando pistas para que las encuentre y las capture y las saque a la luz.
A veces me despiertan e insisten en nacer con tanto apuro que creo que no voy a poder escribirlas tan rápidamente como quisieran.
Mis historias se escriben solas. Me siento afortunada me que me encuentran a mi.
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Estas historias se escriben solas, empiezan con una frase y sigue todo desde ahí. A veces la historia empieza y me quedo esperando meses a ver cómo se va a mostrar. A veces se escribe solita de principio a fin.
Escucho a alguien decir algo, leo algo en facebook y se que el principio llego. Ese principio nos puede llevar en muchas direcciones, depende si lo puedo escribir en ese momento o cuando lo escribo.
Ese principio a veces solo llega con palabras a veces llega la imagen entera de lo que va a tratar.
Unas se escriben fácilmente otras batallan por nacer. Yo espero y estoy atenta a la siguiente señal. Alguien en algún aeropuerto dice algo que despierta la historia. Una conversación casual. Varios alumnos que me dicen lo mismo como: bese a mi mejor amigo y no se que va a pasar....y se que la historia me va a contar cuál es una de las posibilidades.
Veo a una madre jugando con su bebé y esa interacción me dice cuál es el siguiente paso.
Soy como un detective buscando pistas para mis historias. O las historias me van dando pistas para que las encuentre y las capture y las saque a la luz.
A veces me despiertan e insisten en nacer con tanto apuro que creo que no voy a poder escribirlas tan rápidamente como quisieran.
Mis historias se escriben solas. Me siento afortunada me que me encuentran a mi.
Te quiero, por fin lo dijo.
Por fin dijo las palabras tan esperadas.
Te quiero, yo ya lo sabía, pero él nunca lo había expresado.
Su “te quiero” llego en el peor momento.
El tan ansiado “te quiero” no tuvo el impacto que ninguno de los dos pensamos que tendría.
Un “te quiero” en mal momento es peor que un “no te quiero”.
Un “te quiero” en un mal momento solo está ahí estorbando y nadie sabe qué hacer con él.
¿Cómo contestar un “te quiero” en un momento equivocado? Y no es un cualquier “te quiero”, es el “te
quiero” que has estado esperando, ansiando, añorando.
Entre todos los días que pudo haber elegido, entre todos los momentos ¿por qué este?
¿Fue muy temprano? ¡No! No lo creo, yo llevaba meses esperando.
¿Fue demasiado tarde? Él había desaparecido cuando yo requiera atención. Soy una persona
independiente, pero hasta yo requiero de apoyo en algunos momentos. Y lo obtuve, pero no de él.
Él también estaba pasando por su propio tema y surgió triunfante sin mí. Su descubrimiento de ese “te
quiero” era su trofeo después de su episodio. Él venció a sus demonios y estaba retando al mundo al
expresar lo que ya sabíamos con ese enfático “te quiero”.
Su triunfo en un mal momento para mí.
No le guardaba ningún rencor. El paso por lo suyo, yo por lo mío. Este “te quiero” era el puente que nos
debía unir. Tal vez no “un para siempre” pero la base para empezar a crear algo juntos más
abiertamente.
Algo había cambiado. No tengo palabras para explicar, pero ese “te quiero” seguía estorbando y no
sabía qué hacer con él.
Silencio creciendo. Un “te quiero estorbando”. Yo confundida. Él esperando respuesta, reacción, algo.
Yo sin nada que decir. N A D A
Silencio
Ni un “lo siento, tú te quiero me llego en un mal momento”
Historias con Berenice
Estas historias se escriben solas, empiezan con una frase y sigue todo desde ahí. A veces la historia empieza y me quedo esperando meses a ver cómo se va a mostrar. A veces se escribe solita de principio a fin.
Escucho a alguien decir algo, leo algo en facebook y se que el principio llego. Ese principio nos puede llevar en muchas direcciones, depende si lo puedo escribir en ese momento o cuando lo escribo.
Ese principio a veces solo llega con palabras a veces llega la imagen entera de lo que va a tratar.
Unas se escriben fácilmente otras batallan por nacer. Yo espero y estoy atenta a la siguiente señal. Alguien en algún aeropuerto dice algo que despierta la historia. Una conversación casual. Varios alumnos que me dicen lo mismo como: bese a mi mejor amigo y no se que va a pasar....y se que la historia me va a contar cuál es una de las posibilidades.
Veo a una madre jugando con su bebé y esa interacción me dice cuál es el siguiente paso.
Soy como un detective buscando pistas para mis historias. O las historias me van dando pistas para que las encuentre y las capture y las saque a la luz.
A veces me despiertan e insisten en nacer con tanto apuro que creo que no voy a poder escribirlas tan rápidamente como quisieran.
Mis historias se escriben solas. Me siento afortunada me que me encuentran a mi.