
Con “Como agua para chocolate” de Laura Esquivel, Haret nos hizo leer (o releer) a más de uno este título maravilloso del realismo mágico. Con la historia de Tita nos damos cuenta de la constante lucha de las mujeres ante las costumbres sociales de la época y, aunque no existía la terapia aún, lo importante que es cuestionarte todo y saber si el “deber ser” es algo con lo que realmente comulgas. Quienes aún no lo han leído, háganlo, se los prometemos: no se arrepentirán. Y el final.. uff! Es magia pura.