
Este estudio de La vida de Jacob analiza el relato de Dina y Siquem en Génesis 34, mostrando la diferencia entre el amor verdadero y el amor falso. Siquem abusó de Dina y luego intentó justificar su pecado con emociones y palabras tiernas, pero sin arrepentimiento genuino. Su “amor” fue egoísta, posesivo y manipulador —una muestra de cómo el deseo y la lujuria pueden disfrazarse de afecto. El pasaje enseña que el amor verdadero no busca controlar ni satisfacer intereses personales, sino que se basa en el respeto, la pureza y el sacrificio.
El amor falso siempre causa daño emocional y espiritual, mientras que el amor verdadero refleja el carácter de Cristo: es paciente, perdonador, generoso y transparente. Ejemplos bíblicos como el amor de Rut hacia Noemí o la amistad de Jonatán con David muestran un amor desinteresado y sacrificial. La enseñanza final exhorta a los creyentes a examinar sus relaciones —matrimoniales, familiares y de amistad— para identificar si viven un amor genuino que edifica, o uno falso que manipula y destruye.