
El mensaje se basa en 2 Corintios 9 y enseña el principio de sembrar y cosechar en la obra de Dios. El predicador explica que Dios bendice a quienes dan con generosidad y alegría, no por obligación, porque Él es quien provee semilla al que siembra. A través de ejemplos bíblicos y cotidianos, resalta que cuando damos con fe, Dios no solo suple nuestras necesidades, sino que también multiplica y aumenta nuestras bendiciones para que podamos seguir bendiciendo a otros. La provisión de Dios no tiene como fin el beneficio personal, sino el apoyo a las misiones y la gloria de Su nombre. El mensaje concluye llamando a los creyentes a confiar en la fidelidad de Dios y tener un corazón dispuesto a sembrar generosamente en Su obra.