
En este sermón por Jatnael Peña aprendemos que “un ciego no puede guiar a otro ciego” nos recuerda que sin la guía de Dios, fácilmente podemos tropezar. Como cristianos, estamos llamados a seguir la luz de Cristo, nuestro Pastor, quien nos guía por el camino de la justicia. En tiempos de incertidumbre, debemos buscar Su dirección a través de la oración y la Escritura. Con Él como nuestro guía, nunca estaremos perdidos.