
Imagina tu autoconcepto como un imán que atrae experiencias, personas y oportunidades hacia ti. Cuando este imán está cargado de positividad y confianza en ti mismo, atraerás hacia tu vida abundancia en todas sus formas. Pero si este imán está empañado por la duda y la autocrítica, podrías encontrarte limitado en tus aspiraciones y tus logros.