
Imagina tu mente como un jardín donde puedes sembrar semillas de preocupación o semillas de paz. Al elegir cultivar la tranquilidad mental, abres espacio para que la abundancia florezca. Las preocupaciones nos consumen energía y nos distraen de aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Al dejar de preocuparte, puedes enfocar tu mente y tu energía en actividades productivas y creativas que atraigan abundancia hacia ti.