
El incognoscible se ha hecho conocible a los seres finitos. Gracias Dios por darnos la oportunidad de conocer tu voluntad.
¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Romanos 11:33