
“No hay refugio más honesto que uno que tiembla. Sucot nos enseña que la fe no se mide por la solidez del techo, sino por la capacidad de celebrar incluso entre lo que se mueve. Hoy, mientras el viento pasa entre las ramas, pedimos que también la esperanza regrese a su casa.”El Rabino Diego Elman nos invita a mirar la fragilidad como un lugar donde aún late la fe.En este Sucot, cuando la alegría se mezcla con la espera, recordamos que incluso lo que tiembla puede sostenernos. Porque el regreso —de la vida, del alma, de los nuestros— es también el regreso de la esperanza.Mensaje compartido durante el Kabalat Shabat de Jol HaMoed Sucot 10/10/25, en la Comunidad Mishkán de Buenos Aires.