
En nuestro entorno social y familiar encontramos personas que siempre se acercan con nosotrxs para compartir sus emociones y situaciones, sin embargo en ocasiones esta práctica puede convertirse en una costumbre y en una responsabilidad adjudicada por alguien más que a la larga solo nos convierte en una especie de contenedor emocional en donde se va y se desecha lo que no se quiere, para dicho efecto utilizamos personas a las cuales les llamamos amigos, familia etc... pero que en realidad se convierten en nuestro basurero emocional. Hoy platicamos sobre nuestras experiencias al respecto. Acompáñanos con tu cafecito