
Aunque nos quedó mucho más por compartir, nos introducimos en este Reino que es tan distinto al de este mundo.
Vimos cómo ser parte de este reino, los derechos y obligaciones de los hijos del reino, el lenguaje y la ideología del Reino.
Entendimos que el reino de Dios ya está EN nosotros, a través de la obra del Espíritu Santo y que también un día vendrá el hijo de Dios en su reino, con poder y gran gloria.
Tomemos tiempo para conocer más de este reino al que pertenecemos, porque él ya nos rescató del reino de las tinieblas y nos trasladó al reino de su hijo amado (Col. 1:13)
“Y se predicará la Buena Noticia acerca del reino por todo el mundo, de manera que todas las naciones la oirán; y entonces vendrá el fin.” (Mt 24:14 NTV)