
Es inconfundible. La China Corazzari tiene el puesto de venta de lotería y chances en la esquina suroeste del mercado, junto al portón que tiene su cara pintura.
Ella dice que tiene derechos adquiridos sobre ese espacio, que se los ganó con el tiempo, pues desde que era una chiquita de seis años vende lotería en ese punto.
Fue ahí, donde en 1963 llegó el presidente estadounidense John F. Kennedy y le hizo tanta gracia la niña del delantal que la alzó y le regaló $100.
Aquella es una de la historias que le contó a la peatona.