
Cada vez estamos más cansados… y no es por falta de sueño.
Es porque vivimos en una cultura que exige rendimiento constante: producir, mejorar, brillar, estar disponibles, incluso estar bien.
Este cansancio no es debilidad:
es el cuerpo diciendo “basta”.
🧠 El sistema nervioso no puede sostener tanta autoexigencia.
💥 Aparecen la ansiedad, el insomnio, el colapso, la culpa por parar.
💭 Sentimos que fallamos… aunque estemos haciendo todo.
La solución no es hacer más.
Es recuperar los ritmos, los límites, el vínculo, la pausa.
Es volver a una vida donde descansar no sea un lujo, sino una necesidad.
Porque no estamos rotos.
Estamos agotados de vivir contra nuestra biología.