
Edgar es mucho más que un loco del freestyle motocross y por supuesto, mucho más que el creador y una leyenda de este deporte. Se ha roto innumerables huesos, pero ninguna caída ha sido ni será nunca más fuerte que sus ganas de libertad, la que le da subirse a una moto. Sus dotes de break y beatbox en lo más alto de la rampa daban pistas de su versatilidad, la que demuestra con su mesa de mezclas o practicando wakeboarding. Pero además, a Edgar no le gusta nada morderse la lengua, sino que es más de rajar y por ello viene a La Rajada.