
La primera vez que Pablo cogió un arco, con 8 años, no podía imaginarse que acabaría representando a España por el mundo entero. La seguridad en sí mismo y su pasmosa tranquilidad lo llevaron a quedar tercero en su primer Campeonato de Castilla y León con su arquito de madera. Ahora, habiendo conseguido una plaza para los próximos JJOO de Tokio, sueña con clasificar al equipo español y alzarse el oro. Conoce su historia y su lado más personal en esta entrevista.