
Aintzane eligió luchar desde muy pequeña y no fue casualidad, siempre tuvo ese gen especial que se necesita para no rendirse nunca. Probó otros tipos de lucha y le gustaría seguir descubriendo caminos en el futuro, pero de momento el wrestling es el que ocupa su cabeza y el que alimenta sus objetivos. También ha luchado contra el machismo y la bulimia llegando a perder alguna batalla, pero nunca perderá la guerra. Aintzane es una luchadora de raza.