
Predicar el Evangelio: La Iglesia cristiana tiene la responsabilidad de difundir las enseñanzas de Jesucristo y compartir el mensaje del Evangelio con todas las personas. Esto implica invitar a otros a aceptar a Jesús como su Salvador y seguir sus enseñanzas.
Adoración y servicio a Dios: La Iglesia cristiana busca adorar a Dios y cultivar una relación íntima con Él a través de la oración, la alabanza, la adoración y la observancia de los sacramentos. También se enfoca en servir a Dios mediante el servicio a los demás, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Crecimiento y discipulado: La Iglesia cristiana busca ayudar a sus miembros a crecer en su fe y a convertirse en discípulos de Jesús. Esto implica la enseñanza y el estudio de la Biblia, la participación en comunidades de fe, el apoyo mutuo y el desarrollo de una vida cristiana madura.
Promover la justicia y el amor: La Iglesia cristiana tiene la responsabilidad de promover la justicia social y el amor hacia los demás. Esto implica luchar contra la opresión, la discriminación y la injusticia, y trabajar en favor de la igualdad, la compasión y el cuidado de los necesitados.
Construir comunidades de fe: La Iglesia cristiana busca crear comunidades de fe donde los creyentes puedan reunirse, adorar juntos, recibir enseñanza, encontrar apoyo mutuo y compartir la vida cristiana en comunidad.